martes, 26 de diciembre de 2023

El Museito: La Casera


Estoy seguro de que todos los que tienen una edad, aunque tampoco tanta, recordarán las botellas de La Casera. En un principio era sólo la que llamábamos “casera blanca”, que era una especie de sifón que se utilizaba para echar en el vino tinto, o en el valdepeñas, que también se llamaba entonces.
De estas gaseosas había muchas en los pueblos, en Sanlúcar por ejemplo recuerdo La Preferida y La Juncal, y todas ellas solían tener el mismo formato de envasado.
Ahora nos llamará la atención el tapón metálico y cerámico que tenía, así como la caperuza de papel del tapón, que servía para demostrar que no había sido abierta.
Publicidad de La Casera del año 1958
Ahora, todavía se encuentran en algunas tiendas botellas de este tipo, pero para utilizarla como decoración.
¿Cuándo nace La Casera?
La sociedad que habría de elaborar el refresco más representativo desde los años cincuenta nace el año 1949 en un local de Madrid.
Comienza su comercialización unos meses más tarde, sólo La Casera llamada blanca, es decir sin ningún sabor, pero unos años más tarde causaría furor las que tenían el sabor a naranja, limón o las de cola. No había casa donde no se tomase.
Algo curioso de la época era que cuando comprabas un refresco debías pagar también el casco, la botella, que después te devolvían si la llevabas o la guardabas en casa para llevarla cuando comprabas otro refresco, que entonces eran de cristal.
Una idea que me parece excelente para evitar que el mundo termine siendo un verdadero vertedero de plásticos, botellas y cristales. A lo mejor era una buena idea que fuesen los comercios los que administrasen el reciclaje.
En estos momentos continúa comercializándose La Casera, sobre todo la llamada blanca, la de naranja y la de limón, aunque parece que la de cola ha perdido fuelle, en cambio comercializa el Tinto de Verano.
La empresa, ya desde el año desde 2009, es propiedad del grupo japonés Suntory.


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